Estructura de juego

LOS INICIOS

El frontón Tenorio tiene un largo recorrido histórico. se construyó en 1850 gracias a los trabajadores del pueblo que tras una larga jornada de trabajo en las fábricas autóctonas iban a construirlo. Existía tal fanatismo hacia la pelota que después de trabajar durante todo el día, se juntaban todos los obreros del pueblo para ir construyendo piedra a piedra el frontón Tenorio. El frontón tiene una característica muy peculiar ya que cuenta  por una parte con una pared izquierda y por otra parte con una pared derecha. Esta peculiaridad es debida a  la orientación del frontón. Tal y como estaba construido el frontón las horas de luz solar con las que disfrutaba eran muy reducidas, y fue por ello, que decidieron dotarle a este frontón de la singularidad aparente que tiene hoy en día.

INSTALACIÓN Y SUS CARACTERÍSTICAS

Este frontón con tanta historia a sus espaldas estaba compuesto por una cancha de tierra y un frontis  hecho de sillería. El hecho de que la cancha fuera de tierra lo aprovechaban los jugadores más pillos, que dirigían sus golpeos hacia los baches o deformidades del terreno. Por otra parte, el frontis, al estar hecho de sillería, hacia que la pelota no saliera mucho, es decir, no deslizaba por la pared. Las líneas de saque y de pasa se marcaban con ladrillos, piedras u otros objetos móviles por la dificultad que presentaba pintar en la tierra, lo que demuestra cómo los jugadores tiraban de recursos naturales propios de su entorno ante la carencia de otros recursos como los que poseemos hoy en día. La instalación estaba al aire libre y poseía cornisas en sus paredes, piedras que sobresalían del frontis, tanto por la parte superior como por la zona izquierda. Al observar el frontón se puede apreciar que se ha realizado una modificación en la instalación en la pared izquierda, que al principio tenía una inclinación muy pronunciada. Este problema lo solventaron los obreros del pueblo poco a poco cada vez que salían de la fábrica poniendo piedras para remodelarlo y dejarlo nivelado hasta hacer de él el frontón que es en la actualidad. La peculiaridad más importante de este viejo frontón es la construcción de una pared derecha cuyo objetivo era aprovechar mejor las horas de sol, debido a que el frontón estaba orientado hacia el sur. Esta intervención dio lugar a un doble frontón: uno con pared izquierda, el de abajo, y el de arriba, con pared derecha. Por último, la instalación contaba con unas gradas hechas de madera que al final tuvieron que ser eliminadas por su deterioro con el paso del tiempo debido a los factores naturales.

ESTRUCTURA

Las normas juegan un papel muy importante en la historia del Tenorio ya que no ha tenido nunca unas normas oficiales que valieran para todo el mundo que visitaba la región de Ezcaray.

Tradicionalmente, en este frontón se jugaba siguiendo la estructura de pacto, desafío o apuesta, por lo que no había un sistema de reglas definido, las reglas se acordaban y se decidían entre los participantes. Cabe decir que las reglas básicas de juego se basaban en la estructura general de las modalidades indirectas de pelota vasca. A partir de esas reglas básicas se creaban desafíos, pactos y apuestas.

En cuanto a la relación de oposición entre los participantes por ejemplo, se acordaban distintas formas de duelos, simétricos (individuales (1:1) o colectivos (2:2)) y disimétricos (2:1, 3:2). La pelota que se utilizaba para jugar en este frontón tenía un peso estándar de 101 gramos pero era ligeramente más grande que una pelota normal. Los pelotaris interaccionaban con la pelota de las siguientes maneras: sin herramienta, pelota mano (golpeándola), y con herramienta, paleta cuero (golpeándola) y cestos (recibir y lanzar). Exceptuando las situaciones de pacto-desafío, los saques y los restos se efectuaban de la misma manera que en las modalidades originales. Había dos formas de conseguir los puntos: en las situaciones de pacto-desafío, los puntos se podían conseguir mediante la pillería, es decir, aprovechándose de las peculiaridades de la cancha y el frontis, por ejemplo buscando zonas irregulares en la cancha y en el frontis para desviar la trayectoria de la pelota; y en los duelos comunes, el punto se conseguía de la misma manera que en las modalidades oficiales. En las situaciones de pacto-desafío, se comete falta cuando se incumple las normas establecidas en el duelo, y en los duelos comunes, se comete la falta cuando la pelota rebasa los limites, la pelota golpea en la cornisa, etc. Sólo se daban situaciones excepcionales en las situaciones de pacto-desafío, en las que se buscaba complicar el juego de tal manera que a los jugadores les costara puntuar. Por lo que respecta al sistema de puntuación, a veces se jugaba a alcanzar una puntuación límite, por lo general a 22, pero podía ocurrir que decidieran jugar a 25 o 30. A veces, si el partido se alargaba demasiado y no llegaban a la puntuación límite acordada, decidían posponer el partido y continuarlo al día siguiente.